miércoles, 27 de febrero de 2008

La luz

No se puede prever. Sucede siempre cuando menos lo esperas.
Puede pasar que vayas por la calle, deprisa, porque se te hace tarde
para echar una carta en correos, o que te encuentres en tu casa por la noche, leyendo un libro que no acaba de convencerte; puede acontecer también que sea verano y que te hayas sentado en la terraza de una cafetería, o que sea invierno, llueva y te duelan los huesos; que estés triste o cansado, que tengas treinta años o que tengas sesenta.
Resulta imprevisible. Nunca sabes cuándo ni cómo ocurrirá. Transcurre tu vida igual que ayer, común y cotidiana."Un día más", te dices. Y de pronto,se desata una luz poderosísima en tu interior, y dejas de ser el hombre que eras hace sólo un momento. El mundo, ahora,es para ti distinto. Se dilata mágicamente el tiempo, como en aquellos días tan largos de la infancia, y respiras al margen de su oscuro fluir y de su daño. Praderas del presente, por las que vagas libre de cuidados y culpas. Una acuidad insólita te habita el ser: todo está claro, todo ocupa su lugar, todo coincide, y tú, sin lucha, lo comprendes.Tal vez dura un instante el milagro; después las cosas vuelven a ser como eran antes de que esa luz te diera tanta verdad, tanta misericordia.Mas te sientes conforme, limpio, feliz, salvado,lleno de gratitud. Y cantas, cantas.
Eloy Sanchez Rosillo
PD: Gracias Postal por el texto. =)

3 comentarios:

Unknown dijo...

Me encanta :D

Y además fui a verlo a un recital de poesía que hizo aquí *_*

Unknown dijo...

Luz que nunca se extingue:


Te equivocas, sin duda. Alguna vez alcanzan
tus manos el milagro;
en medio de los días indistintos,
tu indigencia, de pronto, toca un fulgor que vale
más que el oro puro:
con plenitud respira tu pecho el raro don
de la felicidad. Y bien quisieras
que nunca se apagara la intensidad que vives.
Después, cuando parece que todo se ha cumplido,
te entregas, cabizbajo, a la añoranza
del breve resplandor maravilloso
que hizo hermosa tu vida y sortilegio el mundo.

Tu error está en creer que la luz se termina.
Al cabo de los años he llegado a saber
que en la naturaleza del milagro
se funden lo fugaz y lo perenne.
Tras su apariencia efímera,
el relámpago sigue viviendo en quien lo vio.
Porque su luz transforma y ya no eres
el hombre aquel que fuiste antes de que en tus ojos,
de que en el fondo oscuro de tu ser fulgurase.

No, la luz no se acaba, si de verdad fue tuya.
Jamás se extingue. Está ocurriendo siempre.
Mira dentro de ti,
con esperanza, sin melancolía.
No conoce la muerte la luz del corazón.
Contigo vivirá mientras tú seas:
no en el recuerdo, sino en tu presente,
en el día continuo del sueño de tu vida.

Eloy Sanchez Rosillo


:)

Anónimo dijo...

Me he caido entre tus brazos y esta vez me ha dolido tanto que he guardado hasta el último segundo
que estuve rezando en tu piel
Son las diez ha salido el sol y solo veo llover no pensé que echaria tanto de menos verte sonreir como cada amanecer
todavia son las diez
Son las diez es temprano para creer que ya no estés
que entre la tierra y el cielo siga manteniendo el equilibrio para no caer

Son las diez
y apenas me podido covencer
de que no fue el frio y si mis ganas de que un dia despertara
y abrazarte otra vez.

Darta

Twinkle, twinkle, twinkle, little star (Fredrika Stahl)