Púrpura, dorada, cenicienta
Fugaz reflejo escapado de un espejo
Arrancaste con tus presentimientos
Te quedaste dormida en mis recuerdos
Y regresas cada noche en ellos
En las carpetas desordenadas
Que son mis sueños
Te retengo, te sublimo, te deseo
Aunque bien comprendo que siempre
Fuiste ajena, fuiste un vuelo
Del que sólo retengo
Soles muertos
Tus latidos ya no existen
Y estás viva para otro
Te regreso
Cada noche, a cada instante
Lluvia fina
Transformada en mis lamentos
Mas el tiempo
El tuyo, el que no es mío
Lo comparto, lo disperso
Lo desmigajo y lo mezclo
Con aquel que fue tan nuestro
Me despierto
Abrazado a este lamento
Ya no lloro, soy estéril
Abro el álbum, me sumerjo
En el alma de una imagen
Y estoy allí, tan exánime
Como tú, como todos
En ese paisaje couché
La pasión se ve en tus ojos
En tu cuerpo voraz
Eres un espectro
Que me consume cada día
Y sólo en el fondo del fondo
Espero no saberte ni sentirte
Tragar mares de olvido
Y acostumbrarme a ello
En mi continente yerto…
Guido
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