Hay tres señales ante las que un ser humano es incapaz de apartar la mirada por un instante...
Las llamas de una hoguera.
La inmensidad del mar.
Y la sonrisa de un niño recién nacido.
Una nos evoca el futuro incierto al que estamos condenados.
Otra lo tremendamente insignificantes que somos...
Y la última... es un mensaje cifrado,una señal en el tiempo,un acorde sostenidode un idioma que en alguna ocasión dominamos
y que -creciendo-nos obligamos a olvidar...
El Abad
2 comentarios:
Algunas veces recordamos ese idioma. Seguro. Y lo oimos muy bajito. En el viento.
Si somos insini ficantes i solo podemos decir dos cosas realmente ciertas, que estamos vivos y que moriremos.
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